Algunos estudios recientes investigan si los síntomas visuales son debidos específicamente a la utilización de pantallas o, por el contrario, se originan por el esfuerzo visual debido al trabajo prolongado en visión cercana.
Los autores de uno de estos estudios han visto que, comparando la realización de una tarea de lectura en ordenador con la observación en las mismas condiciones de mirada de un texto en papel, los síntomas visuales son más evidentes en la tarea realizada delante de la pantalla, con el consiguiente aumento de la fatiga visual. Otros estudios han determinado también que la lectura durante 20 minutos de un texto en una tableta origina síntomas de fatiga visual, al contrario que la lectura durante el mismo período de tiempo del texto en papel.
Una diferencia sustancial entre la lectura de un texto en papel y en pantalla recae en la radiación que recibe el ojo por el hecho de situarse frente a un dispositivo con una fuente de iluminación propia.
Los sistemas de iluminación de las pantallas han ido evolucionando y el sistema que se está extendiendo corresponde a las pantallas LCD iluminadas por LEDs. Estas pantallas emiten en el visible y tienen un pico de emisión en la banda azul del espectro. Esta franja del espectro coincide con la radiación a la que es más sensible la melanopsina retiniana que regula los ritmos circadianos. Existen publicaciones que documentan una alteración de los ritmos circadianos a las 2 horas de utilización de estos dispositivos, y otros que afirman que, con una iluminación de 40 lux (valores similares a los de una tableta) ya se producen cambios significativos en el sueño.
Este efecto nocivo de la luz azul LED parece ser más importante cuando estos dispositivos se utilizan a oscuras y antes de ir a dormir. A raíz de esto, actualmente se están comercializando lentes que reducen esta luz azul emitida por las pantallas.
CONCLUSIÓN
Se ha comprobado que el uso de dispositivos como ordenadores, tabletas o smartphones durante la noche para ver la televisión, películas, series, juegos, interacción social, etc., puede generar insomnio y provocar sueño durante el día siguiente, con lo que se aconseja limitar el uso de estos aparatos antes de ir a dormir. También hemos visto que la lectura y los síntomas visuales con el uso de pantallas electrónicas no son los mismos que durante la lectura en papel, siendo los problemas de sequedad ocular los de más prevalencia con el uso de pantallas.