Hoy en día el maquillaje se ha convertido en un producto de glamur imprescindible para todas las mujeres.
Su uso conlleva una serie de problemas habituales debido a los componentes y elementos que utilizan algunos productos.
Cuerpos extraños que resultan agresivos a la córnea, irritación ocular, picor, molestias, además de la frecuente aparición de problemas debido en algunos casos a la incorrecta aplicación de estos productos.
Problemas como conjuntivitis, infecciones, inflamaciones y úlceras suelen ser los más frecuentes.
La blefaritis es otro problema común, aunque su origen sea alérgico, también lo es por contacto entre los párpados y sustancias químicas alergénicas: cosméticos (lápiz de ojos, sombra, colorete, rímel, etc.); los productos de limpieza utilizados para desmaquillarse; las sustancias que se depositan en nuestros dedos e inadvertidamente acercamos a los ojos como la crema de manos, etc.
Te recomendamos que para evitar muchos problemas siempre utilices productos de calidad, huyas de productos sin garantías ni certificados de calidad.
Debes revisar las fechas de caducidad y retirar productos caducados (aunque creas que está en perfecto estado).
A veces recurrir a los viejos dichos no está de más: Lo barato sale caro.
Comprar género por ser más barato con la intención de ahorrar, a veces nos trae complicaciones por ser estos productos de peor calidad y a la larga salirnos caro.
El Ministerio de Sanidad en su página web nos da consejos e incluso nos aconseja denunciar si detectamos casos de fraude o productos de ínfima calidad.
Y tanto si usas lentillas como si no, conviene recordar normas básicas de higiene, lavarse las manos con un jabón neutro y no compartir productos con otras personas, simplemente por evitar contagios.
Las lentes de contacto requieren de una estricta rutina de limpieza cada vez que te las vas a poner o quitar; no hacerlo puede derivar en una infección.