A medida que el niño avanza en el colegio, aumentan también las demandas visuales.
El tamaño de la letra en los libros de textos se vuelve más pequeño, a la vez que se incrementa progresivamente el tiempo dedicado a la lectura y el estudio.
Cuando ciertas habilidades visuales no se han desarrollado, o no se han desarrollado de la forma adecuada, el aprendizaje puede resultar difícil o estresante. Por eso, muchos niños tienden a evitar la lectura u otras actividades que impliquen hacer uso de la visión de cerca, realizan sus tareas con un nivel bajo de comprensión y eficiencia, muestran síntomas de incomodidad o fatiga y solo son capaces de mantener la atención durante un corto período de atención. Muchas de estas señales a menudo se confunden con los síntomas del trastorno de hiperactividad y déficit de atención.
La identificación temprana de un problema visual puede ser crucial, porque los niños a menudo son más receptivos al tratamiento cuando los problemas se diagnostican a tiempo. Si no se tratan, pueden afectar a su habilidad para aprender, a su personalidad y a su adaptación en el colegio. Aproximadamente tres de cada cuatro casos de fracaso escolar están relacionados directa o indirectamente con problemas de visión.
Una visita a nuestra óptica resolverá todas vuestras dudas y os garantizará que vuestro hijo tenga su visión puesta a punto para realizar el mejor trabajo posible en el colegio, leyendo sin dificultades, comprendiendo lo que lee y reteniendo la información que ha leído. No dejes que la visión de tu hijo se convierta en su asignatura pendiente.
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