A la hora de corregir un defecto refractivo se debe acudir al óptico optometrista.
En ocasiones esto no ocurre y se opta por corregir la visión de cerca con unas gafas premontadas sin un previo examen visual y sin tener en cuenta edad, uso de gafas, necesidades del usuario…
Las gafas premontadas se pueden adquirir en establecimientos como farmacias o bazares. Estas son elaboradas de forma estándar, con una graduación concreta y sin personalizar proporcionando una imagen aumentada y distorsionada pero no siempre se consigue una buena calidad de visión.
El uso prolongado de estas lupas de baja calidad puede ocasionar daños al ojo como puede ser:
- Mala percepción de distancias.
- Dolor de cabeza, fatiga o bajo rendimiento.
- Mayor esfuerzo en uno de los ojos, ya que no siempre ambos necesitan la misma corrección.
- Desequilibrio ante un problema binocular.
- Problemas de adaptación en gafa graduada.
- Aumento de presbicia.
Este tipo de gafas fueron diseñadas con la idea de utilizarse muy puntualmente para lectura pero en la actualidad se está convirtiendo en la costumbre de muchos usuarios para un uso continuo de trabajo de cerca.
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