Las personas con diabetes tienen un riesgo más algo de ceguera que las personas que no la padecen y, en general, en ellos se dan una serie de cambios y problemas visuales:
Cambios en la agudeza visual
Las oscilaciones en los niveles de glucemia provocan variaciones refractivas, que derivan en aumentos o pérdidas de la agudeza visual. Ante un episodio de hiperglucemia, el cristalino experimenta variaciones que desembocan en miopía, lo que hará que el afectado tenga dificultades para ver de lejos. Cuando se controla rápido la glucemia, se produce justo el efecto contrario.
Todas estas variaciones son transitorias hasta que se consigue estabilizar la glucemia. Tanto es así que los cambios refractivos continuos pueden indicar que el paciente padece diabetes.
Glaucoma
Las personas con diabetes son un 40% más propensas a tener glaucoma que las personas sin diabetes. Cuanto más tiempo la persona haya tenido diabetes y más edad tenga, más común será padecer glaucoma.
Cataratas
Muchas personas sin diabetes tienen cataratas, pero esta afección de los ojos es un 60% más común entre las personas con diabetes. Además las cataratas tienden a afectar a las personas con diabetes a menor edad y a avanzar más rápido.
Retinopatía diabética
Este es un término general para todos los trastornos de la retina causados por la diabetes. Hay dos tipos principales de retinopatía:
- No proliferativa. La más común, en la que los vasos capilares en la parte posterior del ojo se hinchan y forman bolsas.
- Proliferativa. Se da después de varios años, cuando la retinopatía avanza y hay tanto daño en los vasos sanguíneos que estos se cierran. En respuesta, comienzan a crecer nuevos vasos sanguíneos de la retina. Estos nuevos vasos son débiles y pueden tener fugas de sangre, lo que bloquea la visión y se denomina hemorragia vítrea.
El Edema Macular Diabético
Es la causa más frecuente de discapacidad visual severa en pacientes diabéticos en el mundo occidental. Se trata de una patología que se produce por la acumulación de líquido en la mácula, la zona de la retina responsable de la visión central.
La pérdida de agudeza visual, el principal síntoma de la enfermedad, dificulta tareas diarias como leer, conducir o incluso reconocer a personas.