Las lentes de contacto no solo nos ofrecen una visión casi perfecta, sino que nos proporcionan libertad para sacarle todo el partido a las actividades propias de esta época del año.
En los meses de verano se produce un aumento de las infecciones oculares, debido a la práctica de actividades como la natación o los deportes acuáticos. Hay que tener en cuenta que el calor también contribuye a que las bacterias se propaguen más rápido. Las personas que usan lentes de contacto deben extremar la higiene para reducir ese riesgo. Lavándose y secándose bien las manos antes de tocar las lentes y los ojos.
Las lentes desechables diarias resultan una opción excelente para los meses estivales, ya que el hecho de estrenar una lente nueva cada día garantiza completamente la higiene. Además, se evita el uso de líquidos de mantenimiento en una época del año en que viajamos más y pasamos mucho tiempo fuera de casa.
Recomendaciones
1. Utiliza únicamente la solución prescrita por tu óptico para la limpieza y desinfección, ya que el agua, sea del grifo o embotellada, contiene microorganismos que pueden resultar perjudiciales.
2. Después de bañarte o de practicar deportes acuáticos, procura enjuagar las lentes con la solución. De este modo, te aseguras de que quedan libre de los gérmenes que hayan podido alcanzar el ojo a través de alguna salpicadura de agua. Respeta las pautas de reemplazo de las lentes establecidas por tu óptico o, lo que es lo mismo, no prolongues el uso de tus lentes desechables más allá del tiempo recomendable.
3. Cambia el portalentes cada dos meses. Seca el exceso de solución usando una toallita de papel y deja que el portalentes se seque bien.
4. Espera media hora por las mañanas para que tus ojos respiren antes de ponerte las lentes de contacto. Asimismo, al final del día, quítate las lentes al menos media hora antes de irte a dormir.
5. Ponte las lentes de contacto después de maquillarte para evitar que los restos de maquillaje se puedan depositar en su superficie.
6. Dado que en verano sudamos más, debemos procurar que las gotas de sudor no entren en los ojos, ya que pueden contener bacterias. Además, resulta recomendable beber mucha agua para evitar la deshidratación derivada del calor.
7. Cuando practiques deportes acuáticos, protege tus ojos con gafas protectoras, que también garantizarán que el agua no entre en contacto con las lentes.
8. El aire frío y seco del aire acondicionado puede provocar incomodidad con las lentes de contacto. Consúltanos acerca del uso de gotas humectantes.
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