La adquisición de lentillas o lentes de contacto cosméticas en bazares, centros de belleza, tiendas de disfraces, etc, o bien a través de internet pueden traer consecuencias graves para la salud ocular.
Aunque estas lentes cosméticas se lleven durante periodos cortos de tiempo, deben seguirse las mismas recomendaciones que con las lentes de contacto correctoras.
Estas lentes, diseñadas únicamente para modificar la apariencia de los ojos, resultan fácilmente asequibles en establecimientos no autorizados en donde no existe ningún tipo de control ni garantía de seguridad.
Las lentes de contacto cosméticas son productos sanitarios de adaptación individualizada, y deben cumplir los mismos requisitos y parámetros que las lentes compensadoras de la visión, por lo que obligatoriamente deben ser adaptadas por un profesional óptico-optometrista en un establecimiento sanitario de óptica.
Solo un óptico-optometrista puede evaluar si un paciente es apto para la utilización de lentes de contacto, adaptar las lentes de manera correcta y determinar si el paciente puede llevarlas sin que le cause problemas oculares.